Su Cicatriz, Mi Adicción

Claro que sí era adicto, pero era demasiado sacrificio aceptarlo. Era mejor seguir así, fingiendo que no me daba cuenta. Fingiendo que nadie se daba cuenta. Continuando con las mismas costumbres, rutinas. Negando a quien quisiera juzgarme “mi actitud”. Una parte muy muy escondida de mí se daba cuenta perfectamente del daño que estaba causando,