-
Antes de la cita con el doctor, te dices a ti misma:“Le voy a decir que estoy muy mal. Que esta bola puede ser un tumor. O un quiste. O soy alérgica a lo que me puso. Que es el colmo que sigo inflamada. Que me duele cuando me paro y cuando me siento. Y que estoy harta de que su medicina no me hace nada. Y me vale lo que me diga, no me muevo de ahí si no me cura.”Llegas al doctor, tu lista de pendientes por explicar, armada con rifles, pistolas, valor, y muy chinguetas…te pasan, te sientas en la mesa de revisión y llega el doctor.– “Hola, como va todo. Se ve perfecto, maravilloso, esta desinflamando solito. Estoy contento con el proceso. ¿Usted como se siente?”– “Ehhh, un poco de dolor aquí y…”– “Es normal, todo normal. Va muy bien. Vístase.”…Y hasta ahí llega tu valor, tus múltiples armas, tus dolores, tus quejas y todo. A la casita con la boca cerrada y a seguir esperando que todo te parezca tan normal y perfecto a tí también.