Me está empezando a quedar grande mi hijo, y me da una nostalgia horrible. Me pesa cargarlo, ya no cabe en mis brazos y aunque le gustan mis besos y mis locuras, ya solo quiere que sean en privado. Qué bien hice en entregarle mi vida estos años donde fue mi bebé… Y lo seguiré haciendo ahora que dejó de serlo… Lo haré siempre.